Bueno, pero es que…
Cielo gris, suelo rojo. Suelo gris, cielo rojo. Hace muchos días que no paso por aquí ni yo mismo, sí, realmente estoy escondido. Y aún hay quien viene a verme. Se formó una discusión con lo de los tigres y los leones, lo veo en las búsquedas, qué es más peligroso un tigre o un león, resulta que es el tigre, ya me lo han explicado.
– Todo va bien, Jesu!
– Sí, ésa es mi frase favorita, bueno una de tantas. Lo que me gusta que me digan.
– Todo va bien. Mira, quieren hacer planes contigo y tú te haces el duro. Te regalan dibujos con estrellas que se refugian en ti mismo. Te estampan besos virtuales y besos reales. Y abrazos.
– Bueno, pero es que…
– Es que, qué!
– Es que, lo importante no sé si va bien.
Lo más importante, los que están a mi lado, ahora están más lejos. Estoy en una isla. Que no le pase nada a nadie, que no le pase nada a nadie, que no le pase nada a nadie. Repetíamos la frase como una oración, recuerdas, acurrucados en la cama, entre asustados y divertidos por los horribles rayos y truenos de La Cañada… Que no le pase nada a nadie, que no le pase nada a nadie, que no le pase nadie a nada, que no le pase nadie a nada, jajaja, nos íbamos equivocando…
– Quiero conseguir algo y creo que no puedo. Se supone que debo poder! Que estén cerca, sólo éso.
Cielo gris, suelo rojo. Suelo gris, cielo rojo. De un olivo a otro vuela el tordo. En la tarde hay un sapo de ceniza y oro.
Calma.